ANTERIORMENTE FUIMOS ESPACIANDO las verdades, entre sonrisas y lágrimas; entre verdad y silencio. Hoy, perdimos el prospecto donde venía fijada la norma y la esperanza del juego de la vida. Que nadie se camufle entre nosotros, con la intención de que seamos más actualmente “actuales”. Que nos dejen el vértigo del tiempo, arrebatarnos todos los suspiros, con los que hacemos larga la impaciencia de conseguir la duda y la nostalgia, de un tiempo equivocado. Que nadie intente conseguirnos nuevos métodos, para que el tiempo borre de nosotros la fiel desconfianza del “vencido”.

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