LA PRISA

La prisa es un reloj de angustias inocentes que nos humilla el rostro, cuando hacemos creer que no sabemos adónde vamos, ni qué esperanza habremos de tener, cuando la prisa acabe. La prisa es un dolor sin analgésicos ni prosas interminables que, a todos representa, en sus distancias imposibles de alcanzar, bajo los tiempos perseguidos por la prisa. Todo se desmorona, cuando el tiempo nos agobia y nos reclama el porqué de los retrasos. La prisa es, no dejar de escribir lo que sabemos, antes de que el agobio nos reduzca a simples analfabetos, sin dejar de mirar las pantallas, donde nunca se habla de encontrar viejas preguntas, para romper de nuevo las distancias.