A PUNTO DE NACERSE LA
ROSA
A punto de nacerse la
rosa en el rosal, me viene a la cabeza el acto singular de ver cruzar el sol
espacios sin memoria ni luz que dignifique la exactitud del tiempo. Imprecisa
metáfora la de estar buscando el asombro y la paz en lo supuesto; nada queda de
aquello que escondemos bajo el hielo que guarda la vida en el invierno,
aparentemente, es olvido la luz que despreciamos los días de sol intenso.
Llega la primavera y creemos estar en «forma», aparece y
desaparece la melancólica farsa de la distancia; cuando en realidad estamos,
uno frente al otro. Y es la luz la que nos abre puertas, donde esconder la
noche; acequias, donde lavar silencios; figuras para imitar la vida que nos
sobra y no reconocemos guardar adentro de los sueños.
Y es que somos como plantas que se desnudan y vuelven a
vestirse y a llenarse de ilusiones nuevas, cuando llenos de luz, vemos que
nuestros ojos, aún nos miran, y sí se reconocen en los ojos que miran nuestros
ojos, desde el espejo inerte.
Ya tienes aquí a tu primer lector, o por lo menos el primero que te hace un comentario: PROMETO SEGUIR LEYENDO
ResponderEliminarEspero no defraudarte a ti y a todos los que os dignéis leer mis escritos.
EliminarGracias amigos
Siempre que publiques algo,yo seré un fiel lector,asta ahora me gusta.Un abrazo amigo.
ResponderEliminarBravo por ti. Sigues superándote y nosotros te lo agradecemos.
ResponderEliminarAquí nos vas a tener, siguiendo tus reflexiones literarias.
Animo y a delante!!!! Besos.
Me encanta. Es la primera vez que te leo y no será la última.
ResponderEliminarMuchas gracias por tus palabras de ánimo, espero no defraudaros
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