MAYO

 

 

No quisiera dejar que escapase mayo sin dedicarle unas líneas a la belleza de sus días; tal vez uno de los meses más bellos del año, aunque este año se nos ha portado un poco regular, con sus lluvias y sus vientos que, tal vez, pertenecían al abrilillo travieso.

 

         Cómo no hablar de mayo y no recordar el «gran mayo» que es Córdoba, en su vida, en sus calles y en ese rumor de fiesta que se respira en toda ella. Córdoba en mayo es la luz que no se acaba. La flor embriagadora y embriagante, en su estado puro. La admiración del ojo, ante tanta diversidad; ante tanta creación de rincones, de paredes, de fachadas, de patios imposibles en su irrepetible repetición.

 

         Mayo nos deja la primavera en la luz que da fuerza y nos deja vivir, antes que llegue el verano y nos arrincone en las plazas con sombra, en los bares o, nos desnude los cuerpos en la arena quemante de las playas o en el césped recién regado de las piscinas.

 

 

Comentarios

  1. Yo también he tenido la suerte de ver una Córdoba engalanada en la primavera.y sentado en sus terrazas me vino a la memoria una pequeña poesía en el descanso de la noche que dice así. noche dulce y serena,......noche azul de primavera...... cargada de vagas pasiones y olor a flores nuevas........He sonreído en silencio......he hablado con las estrellas.....y el viento me ha traído , recuerdos de mi tierra

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