EL
OJO INTERMINABLE
Todo principio es
realización o miedo; toda esperanza, eternidad o sueño; todo triunfo, metáfora
inasible de lo que no sabemos llegará a despertarnos; mas todo, tiempo solo
mitigando lo cierto.
Creamos nuestra propia existencia al margen de lo escrito.
Somos como una esponja que absorbe la vida que da color y placer a nuestros
días, sin darnos cuenta que, la soledad es nuestra. El espectáculo hiriente de
la TV, enerva la actitud de la parodia, hasta el extremo de hacernos creer que,
las imágenes, son verdades a imitar.
El miedo está adentro de nosotros, nos agobia día y noche y
nos hace pensar que somos fugitivos intentando escapar de las consignas. Por
más que censuramos la certeza, más nos concentramos en pantallas que alejan de nosotros,
esa duda o misterio que ayuda a desnudarnos ante la puerta falsa.
Todo principio es análisis o certidumbre de lo que nos
agobia, mientras la incertidumbre nos hace preocuparnos de lo que no se
entiende. El Ojo Interminable, nos advierte de peligros sin nombre, para que no
escapemos a su influjo y su codicia.
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