NUESTRAS
CREACIONES
Creamos la dureza, porque
nunca sabemos dónde está la amenaza. Creamos la impaciencia, porque nunca
sabemos el tiempo que nos falta. Creamos la nostalgia, porque la duda está en
no reconocer que también fracasamos.
El tiempo se deshizo, como el agua se deshace al caer por
una catarata; convirtió los segundos en finísimas gotas de espuma innecesaria;
transformó los deseos, en espejos sin rostro reflejado; escapó de las manos,
mientras la voz contaba los triunfos del día. Y así, sin más preámbulo, nos
fuimos reduciendo el calor y la furia; fuimos interpretando la vida, sin
pasión.
Que no quede el triunfo escondido en el arca donde guardamos
todos los restos del viaje; necesario es creer en lo que falta, aunque esto sea
dolor, y nada más.
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