PRISA
Esa prisa que viene tras de
mí, hace que me reserve la quietud de los días, para cuando la estrofa está a
punto de nacer y no recuerdo el motivo de la desolación, ni el vértigo que
escancia su último licor sobre la copa que está a punto de rebosar.
Esa prisa nos hace conocer siglas que apenas conocemos su
verdad escondida; nos hace recorrer las distancias, sin que el paisaje penetre
en nuestros ojos y nos deje su huella grabada para cuando las noches necesitan
los recuerdos para sobrevivir.
Esa prisa es la que nos condiciona la levedad con que la
vida reduce los cansancios y te ayuda a ver la perfección de aquello que tú
creías tener bajo control. Nada te hará saber lo que creíste, si no regresas
lento a tus principios.
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