DÍA
GRIS
Encenizado cielo, bajo la
fría seda de ese manto infinito de la nube perfecta, cubriendo lo que somos;
reflejando su miedo en la gente que calla su angustia en las aceras.
Día gris sin astucias, sin ocasos de siglos; solo con la
impresión de saber que existimos, de creernos distantes de la suerte; de todo
lo que el tiempo enceniza en palabras, cubriéndonos de sombra la luz de lo
correcto.
Pequeña
lluvia que con desgana caes sobre la tierra seca, enchárcanos la calle, para que
nuestros ojos, revivan la belleza del agua en los regueros que, hacia la vida marchan.
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