EL
CÍRCULO
El círculo queda roto. La voz de los anuncios. Ese
furor primero que nos hierve la sangre, cuando la sangre ruge su primer
desencanto.
La blasfemia y el grito que nos honra. La delicada
parte del anuncio donde el beso se esconde. Nada de lo que escuchas en la jerga
que ya no se detiene, porque el mundo es igual a la cosecha de lo que vas
sembrando.
No lo intentes. No cambies de canal. Los anuncios
nunca tienen principio; son como las personas que miran sin mirar y descubren
sus sueños en la cara del otro.
El círculo se ha quebrado. La longitud extiende su
mano de silencio entre todos nosotros. Nadie más en la calle; quede el círculo
roto, mientras llega el invierno…
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