VERDADES
ENCUBIERTAS
Esperamos creer lo que nos
dicen, mientras el mundo se apoya en certidumbres que, nadie, nunca, puede
verificar como ciertas, pues el hombre siempre busca la razón de lo
desconocido; siempre intenta encontrar lo que nadie ha encontrado; siempre
intenta analizar lo que otros construyeron, para encontrar fisuras por donde
pueda escapar la certidumbre de lo perfecto.
Caminamos despreocupados ante el ritmo de la vida, y no nos
damos cuenta de las verdades encubiertas que nos lanzan a la espalda, para que
ayudemos en la labor de la persuasión; el límite de lo correcto está en
nosotros, no seamos tan ingenuos en creer, todo lo que los «altavoces» proclaman
a los cuatro vientos.
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