SEGUIR O NO SEGUIR
Seguir o no seguir la vieja senda del camino que, hizo de nosotros, andarines sin voz ni presupuesto. Seguir o no seguir la luz de la palabra inconsistente, para hacer su verdad reconocible, ante tanta dureza con que la vida enseña sus colmillos, como fiera escondida en su misterio. Seguir o no seguir, he ahí, la frágil conjetura de lo extraño, con que a veces la vida nos hace recordar lo que olvidamos.
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