MATRÍCULA DE HONOR
Estamos aprendiendo a vivir durante toda la vida.
Guardamos la vedad en nuestro adentro y siempre reconocemos tarde lo que
hicimos mal. Somos aprendices de lo Eterno, sin llegar a comprender lo que la
vida espera de nosotros; vamos de un lado para otro, como si nos faltase
terreno para ser lo que soñamos; creemos que todo lo nuevo es lo único posible
de acreditar ante la vida, y, no nos damos cuenta que, la vida y la muerte, son
el prólogo y el final de la misma novela.
Estamos aprendiendo, en la única escuela que
tenemos, donde nosotros mismos somos profesores y alumnos que, a veces, saben
tanto, como la propia irrealidad que nos conmina a dejar el colegio, y hacer de
nuestra vida, un proyecto en el que nunca conseguimos Matrícula de Honor.
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