LO QUE AÚN NO SOMOS

 

 

Acuciante cordura la que espera y detiene la violencia del día. Deteriorada forma, la de saber si estamos al borde del abismo; ansia desenfrenada de esconder la mísera torpeza, y agrandar la vileza del fuerte. Todo se compra y muere entre adverbios sin tiempo; entre la forma y el dolor que obliga a instruir la memoria, para dejar de ser un obstáculo previo, al silencio del mundo; estamos cabeza abajo, creyendo que sabemos comprender lo que somos.

La fábula misteriosa es, la que escriben los mundos digitales a través del “Imperio”; dejamos que nos dominen las fuerzas que creamos y, no somos capaces, de presagiar el leve corazón del algoritmo que, interioriza y muerde la etapa sideral donde intentamos —ante todo—, encontrar la belleza en las profundidades de lo que aún NO somos.