DEL AMOR
Hay que amar la certeza del
amor, entre tanta desidia. Organizar la vida, como si nada fuese tan necesario
como el amor. No dejarse llevar por lo que otros tienen o dicen o enseñan en
sus “selfis” desnudos de palabras y llenos de sonrisas, como el anuncio de un
dentífrico eficaz.
El amor es el rito que nace
con nosotros y, con nosotros, vive durante toda la vida; de nosotros, depende
que sepamos llevarlo a nuestro lado y hacer con él, ese nombre imposible de
abandonar su verbo; somos la mitad incuestionable de la vida y sus sueños; el
único remedio de hacernos felizmente posibles ante el Ego y sus disfraces.
Del amor, todo es grito sin
palabras; desnudez sin misterio; belleza conquistada a la vida sin precio ni
aventura, cuando la vida es el propio amor: ese trozo de miedo que nos salta
del corazón y, nos hace vivir alegremente.
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