IGNORANCIA

 

 

Dentro de lo ignorado, siempre se encuentra el vicio de lo precario, la esvelta paradoja de aquello que la vida nos ofrece, sin dejarnos pensar por qué lo hace. La voz de lo que somos, nos deja los anuncios en desigual promesa, nos enturbia la voz, entre lo que creemos y lo falso, y nos hace pensar que somos libres, en esta libertad que apenas duda de enseñarnos la puerta sin cerrojo, donde se guarda el miedo bajo precio.

Dentro de lo ignorado, la vida corre a prisa por las calles sin tiempo y sin descanso; nos hace comprender lo conocido y nos dice palabras que olvidamos, nada más levantar la cabeza y dejarnos besar por la paciencia; somos, ese lugar que nunca tuvo, la apariencia de serlo.